
A pesar de ser el horario de la comida, el restaurante estaba casi vacío. Esa debió ser nuestra primera señal.
Pero no desconfiamos, regresábamos a Testal y la última visita había sido satisfactoria. Conocíamos Testal y su contraparte: Salón 16, que ahora ha desaparecido y su espacio lo absorbió Testal. Al fin y al cabo son/eran de la misma compañía.
Estábamos en el lugar y al estar casi vacío pensábamos escoger una mesa en el interior. Pensábamos porque la hostess se encargó de inmediato de mal atendernos y decirnos que de ninguna manera podíamos tener una mesa del interior, todas estaban reservadas y sólo tenían disponibles las mesas cercanas a las ventanas del lado de la calle de Independencia...
Segunda y tercera mala señal. Mal trato de la hostess y la forzosa mesa en la ventana....