La birria, típica en la Perla Tapatía, se elabora principalmente con carne de chivo, aunque se pueden encontrar de cordero, carnero, borrego, cerdo, pollo, ternera o res, que es condimentada con una mezcla de chiles (los más utilizados son el chilacate guajillo, pasilla, morita y cascabel), ajo, cebolla, pimienta negra, clavo vinagre, comino, canela, tomillo ajonjolí y laurel.
En el proceso tradicional, el primer paso es salar la carne y dejarla marinar con la salsa por alrededor de 12 horas. Posteriormente, la carne se envuelve en pencas de maguey, con más mezcla de marinado, y se introduce en una olla sellada para cocinarla ya sea directamente sobre el fuego u horneada. Una vez que la carne está suave y se desprende del hueso con facilidad, se separa el jugo, para añadirle jitomate previamente asado y molido y se pone a hervir. Al tener el caldo condimentado, se le añade nuevamente la carne y está listo para servirse acompañado de cebolla picada y orégano, limón, tortillas y salsa picante.
La combinación de ingredientes y sabores de este plato lo han colocado como uno de los preferidos no sólo de los tapatíos sino de los mexicanos. En Guadalajara, este platillo prácticamente se puede encontrar en cualquier parte, desde restaurantes hasta puestos callejeros. Usualmente la birria es caldosa, pero también se puede comer seca, en tacos.
redacción
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