miércoles, 15 de abril de 2020

Industria restaurantera, una de las más afectadas por la contingencia

Industria
La industria restaurantera ha sido una de las más afectadas resultado de la contingencia sanitaria por el COVID-19 y las medidas de distanciamiento social para frenar la velocidad de contagio.

Se ha publicado un Reporte de la Afectación a la Industria de Restaurantes, donde se indica que los ingresos del sector han caído una media del 60% respecto a enero de 2020, y en algunos casos esta caída es hasta del 300%; adicional a ello, indica que se han recortado gastos en más de un 50% lo que representa afectaciones a toda la cadena de suministros.

Este reporte indica que a pesar de ver números positivos durante enero frente a los 2 años anteriores, desde mediados de febrero los ingresos del sector comenzaron a disminuir, y con la llegada de la contingencia debido a la pandemia por COVID-19, las ventas se desplomaron, llegando a una caída del 40% sólo en la última semana de marzo.

Incluso antes de comenzar las medidas de contingencia y aislamiento social, los restauranteros sintieron los efectos de la pandemia con el incremento en los precios de insumos importados. Estas afectaciones se volvieron más fuertes al presentarse los primeros casos del virus en México y con las primeras medidas de contingencia aplicadas por las entidades sanitarias federales.

De acuerdo con los datos del mercado recopilados, la media en el de crecimiento del sector ha sido de un 60%, aunque existen casos con caídas más pronunciadas todavía, que van desde el 120 hasta un 300%.

Por su parte, el reporte de Google “Mobility Changes” realizado para México, señala que sólo durante marzo las tendencias de movilidad para lugares como restaurantes, cafeterías y centros comerciales, decreció un 45%. Esto, debido a las restricciones preventivas para evitar mayores contagios del COVID en México.

Esta baja en las ventas de los negocios ha impactado de forma directa también a sus proveedores y la cadena de producción en general. El recorte de gastos en el sector comenzó a principios de marzo, después del anuncio del primer caso de COVID en nuestro país, diferentes empresarios restauranteros comenzaron a tomar medidas preventivas ante una posible contingencia.

Aunque marzo comenzó con un recorte de gastos del 10% en promedio, hacia su última semana llegó hasta el 60%, afectando directamente a productores de alimentos, distribuidores y plantas procesadoras.

El panorama económico actual requiere de acciones puntuales por parte de los empresarios, con el fin de subsistir y prepararse para reactivar su operación en el momento que se levante la cuarentena. Existen dos elementos clave que se deben considerar para resistir las semanas por venir de la contingencia:

● Garantizar su liquidez: Es el elemento esencial para mantener la operación del negocio. Su objetivo en este momento no debe ser el crecimiento, como sería habitual, sino proteger el negocio y su operatividad;
● Repensar el modelo de negocio: La gran enseñanza de esta contingencia es que los nuevos negocios no pueden seguir dependiendo al 100% de la ocupación de mesas y aforo a sucursales. Por ello, es necesario pensar en nuevas estrategias y un modelo de negocio más flexible.

Los pequeños y medianos empresarios del sector restaurantero están tomando 3 medidas principales para reinventarse y permanecer vigentes:

● Bonos gastronómicos: Se trata de pagos únicos por un monto fijo, que los clientes pueden cobrar en el momento cuando los negocios vuelvan a abrir sus puertas. Los recursos obtenidos por estos bonos se destinan a la subsistencia del negocio mientras se reactiva.
● Dark Kitchen: Se trata de un modelo que vio un crecimiento interesante incluso antes de la contingencia. El objetivo es cambiar el modelo a un restaurante sin mesas ni sillas, sólo con servicio de delivery. Representa un gran ahorro de gastos en renta, inmobiliario y mantenimiento, con el añadido de tener una gran capacidad de expansión.
● Venta Delivery: Utilizando servicios como Rappi, Uber Eats, Sin Delantal y otros, los negocios pueden abarcar zonas más extensas y llegar a otros públicos. En 2018 este modelo registró ventas por 1,043 millones de dólares y se espera que al 2023 llegue a 2,459 millones de dólares, de acuerdo con Statista.

La industria restaurantera se encuentra ante grandes retos y un panorama poco alentador y de incertidumbre. De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), este sector genera más de 1.5 millones de empleos directos, y aporta el 1.3% del PIB. 

redacción

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