Para la ya icónica cena del espectáculo residente en la Riviera Maya, Alexis Bostelmann y su equipo crearon un completamente nuevo mundo de fantasía con productos de origen mexicano como preludio a la mágica experiencia de JOYÀ
Cirque du Soleil JOYÀ —el primer espectáculo residente de Cirque du Soleil fuera de Estados Unidos y el único en el mundo que incluye una experiencia gastronómica— celebra su quinto aniversario y lo hace de la mano de su chef ejecutivo, Alexis Bostelmann, quien explota al máximo su creatividad y presenta un nuevo menú que se convertirá en una verdadera experiencia culinaria con extraordinarios toques artísticos.
Con la innovación como parte central de cada temporada —en esta presentará nuevos y emocionantes actos como el ‘Aerial Duo Rings’’— Cirque du Soleil JOYÀ celebra su primer lustro con una experiencia culinaria renovada que sumerge a los comensales en una impresionante aventura desde el momento en el que degustan el primer platillo.
“Todos los elementos que conforman este magnífico espectáculo fueron mi inspiración para presentar un menú con gran sentido e historia, de modo tal que una vez que empiece el show, los visitantes conectarán todo los detalles, encontrando una experiencia mucho más teatral, más temática y también mucho más espectacular”, señaló Alexis Bostelmann, chef ejecutivo de Grupo Vidanta.
El proceso de reinventar la experiencia gastronómica de Cirque du Soleil JOYÀ, tomó a Alexis Bostelmann y su equipo —compuesto por aproximadamente 70 personas— más de seis meses, tiempo en el cual decidieron crear algo nunca antes visto pero utilizando la mayor cantidad de productos locales posibles como el chocolate de Tabasco o la langosta de las costas del Caribe, resaltando así el origen e inspiración del espectáculo en el que los asistentes serán transportados a un mundo de fantasía durante los 140 minutos que dura esta experiencia.
La nueva propuesta culinaria de Cirque du Soleil JOYÀ comienza al evocar la mesa de experimentos de Zelig, rindiendo con ello tributo a uno de los personajes principales: un primer tiempo compuesto por tres diferentes platillos. Una ensalada de flores comestibles, crocante de jamón ibérico y la opción de un toque de proteína prehispánica, en conjunto con un suculento taco de langosta con crocante de camote y fresco ceviche de la pesca del día aderezado con coco, menta y maracuyá, todo en un perfecto balance de sabores que apuntan a generar un exquisito festín en los paladares de todos los comensales.
La jornada culinaria continúa y un cofre de cristal con joyas en su interior conforma un segundo tiempo en el que se presenta una mini brocheta de camarón ensalada de algas y una perla elaborada con leche de coco. Enseguida, a elección de los visitantes, pueden degustar un salmón con salsa de chiles y un crocante de betabel, o bien optar por un sustancioso corte de carne al interior de una roca que simula un meteoro acompañado de una costilla braseada, el hueso de dinosaurio, complementada con vegetales locales y un puré de jengibre, coco y camote.
Por si esto fuera poco, la experiencia gastronómica del espectáculo ha contemplado una nueva opción vegetariana para el segundo tiempo, toda una odisea de sabores: risotto de quinoa con betabel coliflor encurtida y un exquisito puré de aguacate dentro de un tronco. Y finalmente, una opción para los más pequeños, una deliciosa pasta de preparación sencilla pero con muchos elementos fantasiosos.
Para culminar esta experiencia única en su tipo, el cierre se revela majestuoso. El emblemático libro de postres llega ahora con un contenido distinto pero plagado de contrastes entre lo ácido y lo dulce, lo suave y lo crocante, para crear una experiencia interactiva que permite al comensal disfrutar y jugar con los varios elementos que encontrarán en este tercer tiempo.
redacción
No hay comentarios:
Publicar un comentario