Todos disfrutamos ser sensuales, explotar lo mejor de nosotros e impactar especialmente en momentos clave y nuestros sentidos siempre están abiertos a recibir estos estímulos sensoriales.
El perfume es un gran aliado para seducir y además se convierte en tu accesorio ideal para completar tu look de día o de noche.
Aquí te damos algunas pistas de cómo, dónde y cuándo usar tu fragancia para que seas inolvidable.
Pruébalo en tu piel
El PH de cada persona es diferente, por lo que las fragancias nunca huelen de la misma manera pues le imprimimos nuestro sello personal. Para probarte una fragancia y no quede duda de como huele en ti, pon un poco en tu muñeca y espera 15 minutos, ahora vuelve a olerlo… ese será el aroma que te acompañará durante todo el día.
¿Qué quieres transmitir?
Elige tu fragancia de acuerdo a la ocasión, por ejemplo, para una entrevista de trabajo recomendamos un aroma suave y si tu plan es de seducción intenta una fragancia oriental o con aroma a vainilla.
Aplícalo en zonas estratégicas
Rocía tu perfume en aquellas partes del cuerpo en las que pulsa la sangre como: cuello, muñecas, tobillos, pliegues de los codos, detrás de las rodillas y detrás del lóbulo de la oreja.
No frotes tus muñecas
Es necesario que apliques perfume en cada una porque si lo frotas rompes las partículas y mezclas el aroma con otros elementos como la grasita de la piel.
Aplica la fragancia a 10 centímetros de distancia
Esto ayudará a que el alcohol se diluya en el aire y se impregne de modo suave sobre tu cuerpo.
Humecta tu piel
Es muy importante mantener bien hidratada tu piel, ya que las fragancias persisten más en una piel hidratada que en una seca.
Suma complementos de la misma fragancia
Usa productos como lociones corporales, alguna crema o body mist que sean de la misma línea, esto permitirá una mejor fijación del aroma.
redacción
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