Fondutta di Agnello |
Vamos a empezar esta nota de una manera tajante: Belforno. Y siendo así, al acudir al lugar puedes tener muy en claro que vas a ordenar porque en Belforno sabes de lo que se trata. Con Belforno no hay pierde.
Su carta de alimentos y vino es garantía absoluta. La atención y servicio al comensal es exquisita.
Y justo por eso me gustaría invitarte a dejar de lado esa preferencia al ordenar.
Date la oportunidad de recibir las sugerencias del capitán de meseros y de los meseros en sí. De esta manera podrás descubrir esos platillos que tienes a la vista pero que por una u otra razón dejas de lado.
Así lo hicimos nosotros y con ello llegaron a nuestras manos dos manjares inesperados: el primero, Calamares a la parrilla, yei!!! el segundo, el espectacular y un tanto inusual Fonduta di Agnello en Belforno, costillar de cordero tierno y jugoso, acompañado de una deliciosa fonduta de queso Asiago DOP. Como buenos amantes de las fondues no podíamos dejar pasar esta grata sorpresa. Introducir y acompañar el costillar de ternera (a 3/4) en ese queso asiago es celestial.
¡Deben de probarlo!
Flores de calabaza |
Los calamares y las flores de calabaza rellenas de queso de cabra como entradas y no podíamos estar mejor atendidos ni en mejor lugar. La charla entre amigos empezaba de manera triunfal. Y ese fue el tenor de la tarde en Belforno. La continuidad a la entrada fueron unos maravillosos fettuccine y un risotto con chipotle, camarón y aguacate. Algo debíamos de haber hecho bien para estar disfrutando tanto.
El plato fuerte fue el mencionado y delicioso Fonduta de Agnello. Platillo donde la charla había cesado de manera espectacular porque era evidente que semejante platillo demandaba atención absoluta. Desapareció tan pronto como llegó. Nadie pregunto porqué....
El postre, la charla, las confidencias, la risa y los chismes transcurrieron a un ritmo tal que no nos percatamos del tiempo transcurrido del inicio al fin del festín.
Teníamos que coronar la tarde con dos postres que reafirmaban lo placentero del día: un tiramisú y una tarta de higos. En mi caso con un café americano.
La sugerencia inicial de dejarse llevar por las recomendaciones del lugar incluyó el vino. Los vinos, blanco (entradas y segundos platos) y tinto (en el costillar) fueron excelentes. Lo particular de la selección de vinos tiene un toque de maravilla que debes de incluir en tu próxima visita a Belforno. La maravilla de la carta de vinos es que es prácticamente una curaduría de parte de uno de los socios de Belforno hacia el lugar.
La atención y dedicación a Belforno de parte de sus propietarios y del personal que labora en el es una muestra clara de la importancia del detalle y del buen gusto que impera en los ya 15 años de existencia del lugar.
Si eres amante de la buena cocina italiana, Belforno es por fuerza y tradición un referente obligado en la Roma-Condesa.
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