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| Distro Bistrot |
Nos invitaron a una degustación doble en la colonia Roma: Distro Bistrot y Kuren. En Frontera 96. A una cuadra del Jardín Pushkin. Ambos ubicados en el sótano de la casa del #96.
El lugar prácticamente dicta la disposición y el tamaño de las intenciones a motivar. Los espacios habilitados para Distro y Kuren se ajustan al concepto OpenTable (An extension of home. A place to relax and get together. A laidback retreat) y puede gustarte.... o no.
Si eres un tanto claustrofóbico la incomodidad podría hacer de las suyas en Distro y Kuren. Y más de ello si la propuesta velada del speakeasy (also called a blind pig or blind tiger, is an illicit establishment that sells alcoholic beverages, or a retro style bar that replicates aspects of historical speakeasies. Speakeasy bars came into prominence in the United States during the Prohibition era) no se concreta de mejor manera.
De lo platicado es que el menú depende un poco (sin que esto tenga connotación negativa) del mood del chef. Que a su vez también puede ser por estancias. Han estado entre otros: El chef Siete Sánchez (Andrés Sánchez Juárez), Vini Alcalá, Hugo Jiménez y el residente (con evidente influencia de Enrique Olvera) Raúl Castillo "Dexter" para los cuates.
El menú cambia regularmente y ronda entre 5 platillos semifijos y lo que las variaciones en la verdura de temporada le produzcan al chef en turno. Todos los días se recorre la Central de Abasto y el Mercado de La Viga para escoger los insumos.
El menú de la degustación fue más o menos así:
volován de atún a la mexicana, pasta fresca con chorizo español, cilantro
y queso parmesano, toast de jengibre con zanahoria asada, tártara de
res con mostaza de la casa y tapenade, Nigiri, Fideos con pipián, gin de frutos rojos, negroni y sake.
En papel, la invitación se leía bien. Pero en la realidad, la actividad resultó un tanto trompicada. El contexto aquí importa en la medida que el evento fue para prensa pero probablemente tú, como comensal encuentres otras condiciones. Será cuestión de vivir la experiencia.
Ambos espacios son muy, muy pequeños. Te tiene que gustar la distancia mínima entre comensales. El espacio que tienes para maniobrar dentro de ambos lugares de igual manera: escaso.
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| Kuren |
Entre demoras, mala coordinación de invitados y mal servicio en los alimentos (ojo, degustación muchas veces son sólo pequeñas muestras del platillo en sí, pero eso no implica que debas esperar tiempos exagerados en el servicio) transcurrió la tarde. Por si fuera poco, poca información sobre lo que íbamos a degustar.
La experiencia fue caótica por decir lo menos.
En un momento tuvimos que esperar la disponibilidad de algún plato para el servicio
0.0
¿No habían contemplado el evento? ¿No estaban preparados?
Fue un día raro en un evento raro. En un momento de la tarde-noche se fue la luz 0.0
Íbamos a vivir la propuesta de Distro Bistrot y Kuren y obtuvimos un día que hubiera sido la felicidad para Homero Simpson.
Estuvo citado 5 p.m., empezó 6:15 p.m. Creemos que "terminó" (nosotros dejamos el lugar alrededor de las 9 pm) después de esa hora...
Agridulce experiencia que quizás debamos repetir a solas y de incognito.
Si Distro Bistrot es un mood y Kuren es un omakase («lo dejo en ti») parece que en esta ocasión nos tocó un weird mood y un hágale como quiera...
Distro Bistrot
7 días 2pm - 11pm
Frontera 96 Col. Roma Norte
Reservaciones vía @opentable
Kuren
Sake Bar | Omakase Room
Lunes-Sábado 2pm - 11pm
Reservations @opentablemx
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