Bariloche: ¿Qué hacer en verano en la Cordillera Argentina?
En Argentina, la Cordillera de los Andes brilla todos los veranos en la ciudad de Bariloche. Combina turismo, aventura, relajación y comidas regionales con paisajes únicos e increíbles miradores para deleitarse.
La ciudad de Bariloche ofrece opciones llenas de adrenalina, como escalar cerros o acampar bajo las estrellas, y otras más relajadas como tomar el sol en un barco o disfrutar de una exclusiva comida en un increíble refugio de montaña. La magia de los Andes se respira en la Capital Nacional del Turismo Aventura, donde las propuestas para vincularse con estas formaciones ancestrales son imperdibles.
Los miradores de Bariloche son excepcionales para deleitarse con una hermosa vista. Algunos de los recomendados son La Piedra de Habsburgo en la cima del Cerro Otto y los miradores de los lagos Mascardi y Lago Gutiérrez.
También es imperdible una de las vistas panorámicas más impactantes del mundo que, según National Geographic, tiene lugar a 1.049 metros de altura en el Cerro Campanario. Y no puede quedar afuera el intenso azul de las aguas que se entremezcla con las montañas desde el punto panorámico Circuito Chico.
Sobre las aguas cristalinas
Una travesía en Kayak acariciando los lagos Nahuel Huapi, Moreno, Gutiérrez o Mascardi, entre varios por conocer, puede extenderse durante medio día, solo uno o varios. En los paseos más largos, acampar bajo el cielo andino cargado de estrellas, es más hermoso que cualquier sueño.
Siguiendo con la emoción de las actividades acuáticas, tanto principiantes como experimentados, pueden disfrutar del buceo o hacer kitesurf, que consiste en esquiar con una cometa sobre el Nahuel Huapi, el mejor lago de Argentina para esta actividad por las características de su viento.
La adrenalina sigue a flor de piel, en las balsas de rafting en los ríos Limay y Manso. Bariloche tiene una variante única para este deporte en Latinoamérica: el stand up rafting. ¿En qué consiste? Los equipos atraviesan los desafíos del Río Limay sobre una tabla especialmente diseñada sobre la que pueden ir parados, sentados o arrodillados, una experiencia imperdible
Para quienes prefieren un poco de relajación, hacer yoga sobre las tablas de stand up paddle es una excelente actividad. O bien, navegar a bordo de un barco a vela sobre el Nahuel Huapi para descubrir las recónditas bahías escondidas y las playas paradisíacas que ofrece la naturaleza virgen y sus silencios.
En el corazón de la montaña
Sobre la tierra de Los Andes también brota el encanto y la energía, de la que es imposible no contagiarse. Los cerros de Bariloche se pueden conocer a través de una opción súper motivante: escalarlos. Subir al Cerro Catedral toma de 2 a 6 días ya que la zona de escalada es una de las más grandes de América.
En expediciones más cortas, el ascenso al Cerro Ventana es ideal para disfrutar de una vista única del lago Gutiérrez y el Cerro Catedral. En cambio, en el Cerro Otto una postal panorámica de la ciudad acompaña la escalada en Piedras Blancas. Lo recomendable es aventurarse en estas actividades con el equipo adecuado y guías.
Apenas saliendo de la ciudad, una apasionante aventura espera en la zona de la Cascada de la Virgen, con un atrapante canyoning a través de cañones. La actividad combina rappel, saltos desde toboganes naturales, tirolesa, nado en aguas cristalinas, escalada y trekking. Si bien, puede sonar muy exigente, solo se necesita contar con buen estado físico.
Las cabalgatas son otra encantadora forma de adentrarse en la naturaleza en familia o en travesías que duran varios días, descansando en los refugios de montaña. Pinturas rupestres, cascadas, arroyos, ríos y los animales andinos condimentan el paisaje. Además, en el camino se pueden degustar los típicos cordero o asado patagónico y mate con tortas fritas.
Los circuitos de mountain bike abundan en esta zona de la Cordillera. El Bike Park del Cerro Catedral atrae a los amantes de este deporte, al igual que el sendero que une la base del cerro con el Lago Gutiérrez. También el trekking por el bosque se roba corazones, por ejemplo en el Cerro Llao Llao hasta llegar a Villa Tacul.
Bariloche gastronómico
Deleitarse con la cocina patagónica en los refugios de montaña es una invitación seductora que no se puede rechazar. En el Cerro Otto, el Refugio Berghof ofrece una exquisita mezcla de música, gastronomía y una vista que impresiona. A orillas de la laguna Toncek del cerro Catedral, el Refugio Frey es otro infaltable.
En la ciudad es obligado hacer degustaciones y comprar en las mejores chocolaterías, además de probar helados regionales. También tomar un té en las casas de cuentos o algo un poco menos tradicional, como ir a los bares y cervecerías artesanales que deleitan con sus variedades gourmet son visitas que convocan a turistas de todos lados.
Una aventura segura
Visitar Bariloche en verano es entregarse a la experiencia de disfrutar de los imponentes Andes en un viaje de ensueño a precio conveniente. Para vivir esta aventura hay que tener en cuenta que cada viajero debe contar con la vacunación completa, un seguro Covid-19 y un PCR con resultado negativo dentro de las 72 horas previas al viaje.
redacción
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