El espectáculo multidisciplinario de Música Teatro y Danza, LA LLORONA cumple XXVII años de presentarse de forma ininterrumpida en la zona ecológica y chinampera de la Alcaldía Xochimilco, en la laguna de Tlilac, siendo su punto de embarque el Embarcadero Cuemanco.
“La Llorona” está basada en una de las leyendas con mayor arraigo dentro de la cultura mexicana y al cumplir su primer cuarto de siglo se ha enraizado en un escenario natural único con sus canales y chinampas, las cuales se convierten en protagonistas y en un lugar idóneo para su representación, en un espacio que se define como único en el mundo.
El espectáculo de “La Llorona” surge en 1993, con el objetivo de difundir la riqueza natural de Xochimilco y contribuir al rescate y preservación de la integridad cultural, artística e histórica de nuestra identidad nacional, mediante diferentes expresiones artísticas como la música, el teatro y la danza. El trabajo en conjunto de estas disciplinas busca hacer conciencia para el rescate de Xochimilco, nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987 por la UNESCO, más tarde en el 2011, es incorporado a la Asociación Mexicana de Ciudades Patrimonio, cuyas chinampas fueron oficialmente reconocidas como sistema importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) como patrimonio agrícola Mundial Por la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el 2018.
Los objetivos que se pretenden alcanzar con esta propuesta son: difundir el gusto por las leyendas; valorar y conservar nuestro entorno natural y tradiciones; impulsar la investigación histórica de nuestra región y este año 2020 ante la difícil situación mundial se busca generar lazos de solidaridad, acompañamiento y trabajo en conjunto para aprender a vivir con esta “nueva normalidad”, además de, poder regresar a las actividades turísticas y culturales con conciencia y seguridad, con ello se busca la reactivación economía de la región; encuentren una oferta turística rica en cultura, arte y tradición en medio de un lugar incomparable, es decir, las chinampas y canales de Xochimilco en un ambiente nocturno.
Cada año el espectáculo busca recordar o conmemorar un momento histórico de nuestro país o dar voz a algún hecho actual o sobresaliente que merezca voltear la mirada para recordar, tomar conciencia y acción sobre el mismo, por lo que este año se denomina LA LLORONA , EL ANHELO DE UN ADIOS, temporada dedicada a la memoria de todos aquellos que se han ido sin tener la oportunidad de despedirse, aquellos a los que no pudimos acompañar ni brindar ofrendas y honores ante su partida y a los vivimos con su ausencia y con el anhelo de al menos poder decir adiós. En sus principios tras la reunión de agricultores, chinamperos, remeros de trajineras y gente de la propia comunidad Xochimilca, surge la iniciativa para desarrollar un proyecto, cuya meta era la de ofrecer un espectáculo multidisciplinario que integrase música, teatro y danza; que resaltará los valores y cultura que ellos como Xochimilcas heredaron de sus antepasados; que ofreciera la oportunidad de realizar un paseo en Trajinera, por los canales, dentro de un espacio natural.
Al ser el referente más importante de lo que aún se conserva de la zona lacustre de la Cuenca de México, Xochimilco es el lugar ideal para la realización de este espectáculo; un sitio donde sus habitantes se resisten a dejar morir su cultura, sus tradiciones, creencias y celebraciones. Caso particular ocupa el Día de Muertos, fecha en la que la comunidad participa con la colocación de las ofrendas en las casas; la visita a los panteones para velar a sus familiares y la tradicional “calavereada”, en la que chicos y grandes van de casa en casa pidiendo “calaverita”.
Es gracias a esa tenacidad para conservar las tradiciones, que dentro del marco de esta celebración, tan importante para los mexicanos, el Embarcadero Cuemanco, de la mano del Grupo Artístico NAHUI TEOTLS formado por artistas de varias disciplinas, así como de prestadores de servicios turísticos, y la comunidad, recibe a sus visitantes con esta puesta en escena, basada en la tradicional leyenda de la Llorona
SINOPSIS DE LA OBRA
La Conquista fue un periodo histórico lleno de cambios para la Cuenca de México y Xochimilco no fue la excepción. Se han extendido los rumores acerca de la llegada de extraños hombres de pálida piel y ropajes de metal; Nahui es una noble mujer con un profundo amor por su gente que, al saber sobre la presencia española advierte al Señor Xochimilca y hermano, Yaotécatl las consecuencias de cruzar sus caminos con los recién llegados, cuándo los extranjeros llegan a Xochimilco Yaotécatl, Nahui y el pueblo xochimilca se ven obligados a emprender una lucha que definirá el destino de todos.
Esta historia toma lugar en Xochimilco, pueblo de riveras llenas de flores y chinampas dadoras de alimento; pueblo tributario a la Gran Tenochtitlan, después de haber sido vencidos y conquistados por el pueblo mexica, viéndose obligado a brindar fuerza de trabajo, cosechas y tierras al Gran Imperio Mexica. Yaotécatl, Señor Xochimilca, se aferra al pasado negándose a continuar como siervo de los mexicas pero conociendo las consecuencias de revelarse contra Tenochtitlan, encuentra consuelo y consejo en Nahui, su hermana, una noble mujer xochimilca con una inteligencia equiparable a su gran belleza, una sabiduría que rebasaba su joven edad y sobre todo, un inmenso amor por su gente.
El panorama cambia cuando es anunciada la llegada de extraños hombres provenientes de tierras lejanas, capaces de manipular el fuego, domar bestias nunca antes vistas y navegar en casas inmensas.
Ante esto el pueblo Xochimilca, encabezado por Yaotécatl y Nahui, se prepara para tener el primer encuentro con ellos mientras la incertidumbre de saber el resultado. Las danzas se hicieron, las ofrendas llenaron los ojos de los Españoles con la vasta y suntuosa tradición del pueblo xochimilca, lo mejor del pueblo se dispuso para hacer ver a los europeos la paz de una sociedad que vive por y para el suelo que da vida, pero no es suficiente… la ambición siempre puede más que la razón… al ver los procederes y formas españolas advierte el peligro con la llegada de estos seres y de inmediato se opone a recibirlos en tierras Xochimilcas, por el otro lado, Yaotécatl atendiendo a sus impulsos decide lo contrario, dejando que los españoles permanezcan cerca hasta decidir el rumbo que tomará el pueblo: seguir a expensas de Tenochtitlan o buscar su libertad de la mano de los recién llegados.
El tiempo pasó y con él, la paciencia de los extranjeros disminuía, los verdaderos motivos de su llegada poco a poco salen a la luz; Nahui sabe el peligro que se asoma y decide tomar la responsabilidad de proteger a su pueblo en sus manos; Yaotécatl finalmente entiende el riesgo en el que está su gente y sale de Xochimilco rumbo a Tenochtitlan, con la esperanza de evitar la fatalidad entre su pueblo mientras en el lado español, el hambre, la enfermedad y las promesas no cumplidas generan discordia entre los integrantes del Tercio, las disputas por el poder se hacen cada vez mayores y el Capitán se ve obligado a mostrar su verdadero rostro. Yaotécatl regresa a su tierra para ser recibido con danzas y cantos por su gente, pero también por el fuego del invasor, que destruye todo a su paso, negando a todo un pueblo el último adiós, ese que no se espera, ese que no se quiere, pero que al mismo tiempo, se necesita antes de partir de esta vida.
Nahui regresa de ocultar a mujeres, niños y ancianos para encontrar su tierra devastada, destruida por el fuego español y, así decide sacrificar su vida y la de su recién nacido hijo, por lo que se ofrenda a Cihuacóatl en busca de justicia y como muestra de permanencia pese a la adversidad, siempre en lucha, siempre buscando la libertad que nos fue negada, pero sobretodo, penando por el adiós que nunca llegó.
SEMBLANZA DE LA PUESTA EN ESCENA
El espectáculo multidisciplinario de “La Llorona” cumple 27 años de presentarse en los Canales de Xochimilco, específicamente en la Laguna de Tllilac, dentro del Embarcadero Cuemanco. Con más de 700 representaciones que año con año envuelven al público en ese místico y majestoso mundo, creado por la luna de octubre y noviembre, así como por los canales, fieles guías que nos invitan a viajar al pasado. “La Llorona” está conformada por música contemporánea con instrumentos modernos y prehispánicos, cantos en náhuatl, danza prehispánica de tradición y teatro, teniendo como escenario natural la zona chinampera de Xochimilco en la entrañable Laguna de Tlilac, lugar único en el mundo dónde todos los elementos como el agua de los canales, el viento nocturno, los sonidos de las aves y el soplar del viento entre los ahuejotes, son el marco perfecto para remontarnos a un México que fue y seguirá presente en Xochimilco, que con sus canales y chinampas, es un espejo al pasado, una oportunidad de mirar hacia atrás.
Se presenta en los meses de octubre y noviembre, debido al misticismo que se crea por la celebración del Día de Muertos, y que hace del lugar, un sitio mágico, casi irreal dentro de esta grandísima urbe de la Ciudad de México. Este espectáculo se renueva año con año para sumarse a las celebraciones del Día de Muertos para quienes buscan con gran interés vivir una experiencia artística y cultural única en su clase en la Ciudad de México.
La representación de “La Llorona” emplea elementos que permiten el rescate, difusión y conocimiento de la música y danza prehispánica, disciplinas que forman parte de nuestra identidad como descendientes de culturas ancestrales. Gracias al acercamiento con diferentes instrumentos musicales de origen prehispánico (huehuetl, panhuehuetl, teponazhuehuetl, teponaztli, flautas de barro, hueso y carrizo, ocarinas, jarros silbadores, aerófonos, caparazones de tortuga, tambores, tambores de barro, palos de lluvia, chicahuaztli, sonajas de guaje y de calabaza, raspadores de hueso, tenabaris, atecocolli) de los cuales, actualmente, varios sólo se observan en museos, y que sin embargo, hacen acto de presencia en este espectáculo, fusionando sus sonidos con los propios de instrumentos contemporáneos como el violín, guitarra, arpa y marimba entre otros. La música es pieza fundamental en el desarrollo de la atmósfera que invita al público a entrar en contacto con los sonidos ancestrales que forman parte de nuestra identidad mestiza.
redacción
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