Almuerzo a la Madrileña.
¿En sábado y en Reforma? Está bien. ¡Acepto!
Y más sabiendo que lo que me espera en Mallorca es un almuerzo plagado de encanto y sabor.
En un entorno que además me permite descansar y disfrutar plenamente. Paseo de la Reforma en fin de semana.
Eso es una delicia.
Y nos reciben con los protocolos de seguridad indispensables en este momento.
Sin ser invasivos ni molestos. Al contrario. Plagados de sutileza y encanto. Tapete sanitizante, gel antibacterial. Mesas previamente desinfectadas, cubiertos y utensilios de la misma manera y el ya infaltable código QR para solicitar el menú electrónico. Los meseros con las medidas de protección pertinentes.
Iniciamos con un delicioso café americano con un pan de nuez al que no le dolía nada. Jugo de naranja y excelente charla nos prepararon para disfrutar el transcurrir de los minutos a la espera de nuestro platillo fuerte que en este caso fue doble por capricho del comensal (o sea yo)
Huevos pochados con aguacate. Con espinacas y queso emmental. Servidos al gusto con chilaquiles morita con tortilla de nopal y pollo. Lo normal sería que los chilaquiles estuvieran en su propio plato como los demás alimentos pero mi sugerencia de compartir plato (literal) también me sirvió para probar algo en el servicio del lugar. En Mallorca al cliente lo que pida.
Así que mi plato fue huevos pochados y chilaquiles morita. Más café, evidentemente, y más jugo, sí señor. Guardando un poco del pan de nuez para al fin rematar con un poco de ese café que a propósito dejé enfriando. Me gusta el café final frío y con un poco de pan. El de nuez era perfecto.
Pero como comensal en Mallorca puedes elegir una gran variedad de platillos. Bollos, fruta, café, té, batidos, huevos, chilaquiles,tostas, del horno. Por posibilidades no paras.
Y nosotros ya estamos planeando nuestra siguiente visita porque además, en este momento en Mallorca ya tienen ¡chile en nogada!
El almuerzo sabatino a la madrileña en Mallorca es un must. Recomendamos disfrutar la recién remodelada terracita del lugar e ir con el tiempo suficiente para estar a gusto. Los alimentos los preparan al momento y el servicio es óptimo.
Sin prisas, con buenos modos y buenas sonrisas.
Así es como nos gusta disfrutar Mallorca.
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