En México, cada vez es más común ver las calles de las principales ciudades inundadas de motociclistas cargando mochilas de Rappi, DiDi Food o Uber Eats, o bien, esperando fuera de algún puesto de comida o de un restaurante para recoger los pedidos de los usuarios.
Los agregadores, mejor conocidos como apps de delivery, llegaron para quedarse, pues antes de que llegaran a nuestro país, las personas que querían pedir comida a domicilio tenían que llamar directamente al restaurante para hacer sus pedidos, situación en que la espera en línea para ser atendidos podía durar varios minutos o que la entrega se podría retrasar por bastante tiempo.
Si bien algunas cadenas siguen administrando su propia entrega de comida, gran parte de los restaurantes han optado por externalizar el servicio en plataformas en línea de fast food, permitiéndoles incrementar su zona de reparto.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), la comida a domicilio es la segunda compra más frecuente que realizan los internautas mexicanos en la actualidad, lo que representó un crecimiento del 18.6% anual durante 2018, 4.3 puntos porcentuales más que un año anterior. Pero, ¿a qué se debe este incremento?
Un reciente estudio de Georesearch que analiza las variables determinantes para las ventas mensuales de locales fast food arrojó que se pueden incrementar entre un 50% y 70% cuando cuentan con los principales agregadores.
Gracias a la Geointeligencia, Georesearch puede predecir con más de un 90% de precisión comportamientos en el consumo de los locales de comida fast food y responder a las siguientes preguntas: ¿Cómo afectan las apps de delivery a las ventas totales de un local de comida rápida? ¿Qué determina si un restaurante de comida rápida va a vender más o no a través de una app?
Según el estudio de Georesearch existen dos variables que son determinantes para incrementar las ventas de un local fast food.
Lo primero es definir la ubicación del restaurante de comida rápida para después conocer las zonas de reparto. En caso de que el local esté en una zona residencial, se debe tomar en cuenta la competencia, la densidad de los hogares, cuál es el mercado objetivo, es decir, a qué público se quiere llegar y el gasto potencial mensual que tienen disponible de los habitantes de la zona para este tipo de servicios.
El escenario cambia si se opta por estar en una zona de empresas o comercios. Para ello es fundamental identificar la cantidad de población flotante existente, es decir, los trabajadores o empleados en el área de reparto.
Sin embargo, no todos los trabajadores de la zona de entrega van a ser necesariamente el mercado objetivo del restaurante, ya que para definirlo se debe tomar en cuenta el grupo socioeconómico, el rango de edad y cuánto está dispuesto a gastar en los productos ofertados.
Con la irrupción de los agregadores, la zona de reparto se amplía, lo que les ha permitido a los locales fast food llegar a más personas de su mercado objetivo. Una de las tendencias que identificó Georesearch es que estos espacios se están reduciendo, pues han identificado que en un local pequeño se puede atender a más clientes de los que se encuentran en el lugar físico.
Un nuevo modelo de negocio que no tarda en llegar a México y está por cambiar la industria restaurantera, son las dark kitchens o restaurantes fantasmas, que se caracterizan por ser grandes cocinas, sin camareros, mesas o sillas, dedicadas a producir órdenes para enviar a domicilio a través de las plataformas de delivery.
redacción
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