El Cristo Roto. Aguascalientes

Su residencia podría parecer, hasta cierto punto, mítica.

Su manto de agua cobija los restos del pueblo viejo de San José. Aquél pueblo conformado por 16 familias que en determinado momento tuvieron que emigrar ante la posibilidad de perderlo todo.

Eran tiempos difíciles y en un México camino a la modernidad; las guerras cristeras, la visión del gobierno y el porvenir de una pequeña comunidad darían paso, en lo que fue el pueblo viejo de San José, a la 1a obra hidráulica del país: La presa Presidente Plutarco Elías Calles.

Los terrenos comunales y ejidales con profunda historia chichimeca y nahua albergan ahora una de las figuras más importantes del estado: El monumental Cristo Roto. 28 metros de altura (3 metros de base) de concreto premezclado y acero reforzado.

Para llegar a él será necesario utilizar los servicios de los lancheros que rodean la presa. En el embarcadero de la zona aún se pueden ver restos de algunas edificaciones del lugar...y por experiencias por vivir, podrás escoger varias que también cambian un poco conforme se acercan los días de festividad.

Magnífica vista que conforme nos acercamos a ella nos sobrecoge de emoción.

Los costos de las diferentes excursiones son bastante económicos y lo acompañan con una magnífica prestación de servicios y atenciones.

Vale la pena dejarse envolver por el recorrido por la presa teniendo como base final el lugar del reposo del coloso de 28 metros de altura.

Puedes recorrer las maravillas de la presa o ir directamente al Cristo Roto. La experiencia que elijas estamos seguros será de tu completo agrado.

Los pobladores originales del pueblo inundado edificaron con el tiempo otra comunidad. A esta le llamaron: San José de Gracia. Y a juzgar por lo visto, el Cristo Roto sigue velando por ellos.

A lo lejos, o en su cercanía es fácil entender la importancia del Cristo.

Sus moradores se acogieron a él y al paso de los años lo han hecho su guía y mentor. La simbología de la figura está muy presente en su mito: la llegada del Señor Original, la imagen más querida y venerada por aquellos fieles moradores. Cuenta la leyenda que este Cristo llegó dentro de una caja de madera en una mula. Dicho animal después de vagar algunos días por las calles se dirigió hacia la puerta principal del templo. Ningún arriero era su dueño. Unos hombres al ver al animal afuera de la iglesia metieron la caja al lugar. Al destaparla se sorprendieron al ver lo que contenía: una hermosa imagen de Cristo Redentor Crucificado. Repicaron las campanas para reunir al pueblo, lo llevaron en peregrinación, lo aclamaron con cantos, rezos y oraciones, pedían por sus cosechas y la bendición para sus familias.

Y como parte de un legado cubierto por las aguas, el pueblo viejo de San José sigue navegando al compás del Cristo Roto.