No podía quedarme con las ganas de la torta de cochinita pibil en La Meca de la Cochinita Pibil.
Y la delicia empieza desde el bolillo.
Doradito, crujiente y calientito. La cochinita encuentra en ese bolillo su lugar perfecto para habitar. Pensaba redondear la estancia en La Meca con un par de tamales pero por segunda ocasión, no tuvimos la fortuna de alcanzarles.
Siendo relativamente temprano (11:30 aproximadamente de un sábado) no alcanzamos manitas de cerdo y tamales.
O terminan muy temprano o la producción es pequeña. Nos quedamos con ganas de ambas cosas.
Será cuestión de pasar entre semana para ver si corremos con más suerte.
Cómo diría MacArthur: Regresaremos!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario