Los extraordinarios beneficios que recibe nuestro cuerpo al visitar un spa

Conoce los extraordinarios beneficios que recibe nuestro cuerpo al visitar un spa

Si bien es cierto que el estrés se ha convertido en el enemigo silencioso que acecha nuestra rutina diaria, combatirlo se ha vuelto primordial si queremos conservar la salud y mejorar nuestra calidad de vida.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 43% de los mexicanos padece estrés laboral, el cual tiene consecuencias como migrañas, resfriados frecuentes, trastornos gastrointestinales, dolores musculares, insomnio, depresión, ansiedad, neurosis, ausentismo, conflictos familiares, además de un incremento en el consumo de café, alcohol o tabaco.

El descanso es una de las mejores maneras para protegernos del estrés. Mejor aún si podemos enriquecer la experiencia de ayudar a nuestro cuerpo a relajarse.

El spa es una buena opción que brinda la oportunidad de librarse de las preocupaciones del día, de las tensiones del cuerpo y, literal, dar un respiro a nuestra vida.

Pero, ¿cómo se logra esto? En general, los spas ofrecen varios recursos que ayudan a liberar la mente y cuerpo, potenciando los sentidos a través de aromas, agua, música y temperatura. Utilizan también diversas técnicas que influyen en el estado de ánimo de las personas, contribuyendo a su bienestar físico y emocional.

Una de las principales técnicas es la aromaterapia, que se basa en el uso de aromas de aceites esenciales, los cuales son sustancias altamente concentradas que provienen de plantas y que se aprovechan en tratamientos de salud física y emocional, belleza y bienestar. La aromaterapia es considerada una rama de la medicina alternativa que ha sido usada por miles de años en todas las culturas, y su eficacia se ha comprobado en padecimientos comunes como el insomnio, el estrés, la falta de concentración y la ansiedad.

En la aromaterapia, los aceites esenciales actúan en nuestro cuerpo a través de dos conductos: la piel, ya que mediante la absorción los aceites entran al torrente sanguíneo, y por el olfato que transporta los olores al sistema límbico, el cual está conectado a las zonas del cerebro que controlan la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la respiración y la memoria, estimulando así la liberación de sustancias químicas que nos provocan dicha. De esta forma, nuestro cuerpo lentamente se relaja, libera tensión y fatiga, y da paso a una deliciosa sensación de bienestar y serenidad.

Hoy en día, es más accesible darse una escapada al spa, pero qué mejor que hacerlo por un fin de semana o durante nuestras vacaciones. El resultado es doblemente positivo.

Sin duda, un spa es mucho más que un simple masaje o un momento para relajarse, es vivir una experiencia. Sea cual sea la elección, lo más importante es brindarse un tiempo para mejorar nuestra calidad de vida, que nos lleve a tener buena salud física, mental y espiritual.

redacción