Por Adriana E. Torres Nava, Country Head de TCS en México
En los últimos años hemos sido testigos del surgimiento y desarrollo de aplicaciones y nuevas tecnologías que nos han permitido conocer lugares lejanos desde la comodidad de un monitor, ya sea en el celular, en la computadora o en una tableta. Los recorridos virtuales, las vistas 360°, los tours 3D, son sólo algunas de las posibilidades con las que contamos para explorar lugares, principalmente los que son más lejanos.
Inicialmente los recorridos virtuales a través de ciudades, monumentos, museos y espacios lúdicos fueron utilizados como un apoyo didáctico a través de visitas planeadas a lugares pensados específicamente para lograr objetivos educativos determinados. Actualmente se ha intensificado el mensaje de ver estos recorridos virtuales más que con un objetivo educativo, las invitaciones de hacer un viaje virtual, sin moverte de casa, son cada vez más comunes.
Más allá de sustituir un viaje vacacional por un recorrido virtual, las empresas de viajes, transportes y hotelería deben poner su atención en implementar este tipo de aplicaciones como un medio de promoción y de persuasión para que el usuario conozca los recorridos que puede realizar, el lugar de hospedaje, los espacios, el clima, y así convencerlo de planear un viaje que ha llamado su atención desde una aplicación de realidad virtual.
Algunos bares en Europa han lanzado campañas propuestas por la oficina de turismo sudafricana basada en Reino Unido, para que turistas virtuales disfruten de cinco minutos de vacaciones en Sudáfrica. A través de un visor de realidad virtual la oficina de turismo logró mostrar de una forma diferente e innovadora distintos puntos turísticos, vistas panorámicas, bares y mercados haciendo uso de la tecnología para crear una experiencia interactiva.
La capacidad de emoción e impacto que se puede lograr a través de la realidad virtual es clave para las empresas, el alcance que tiene como elemento de promoción, en un escenario completamente realista, permite mostrar desde destinos hasta la composición de las piezas de cualquier producto. Además, su característica didáctica se puede explotar en temas más emocionales como la interacción para estrategias de recursos humanos.
Con el surgimiento de los Smartphone las empresas empezaron a preocuparse por adaptar sus servicios a esa nueva plataforma que se les presentaba; con la realidad virtual sucederá lo mismo, la fuerza que ha ido tomando y la capacidad de cambio de los usuarios, la coloca como la nueva herramienta que las empresas pueden adoptar para desarrollar formas más innovadoras de marketing.
Podría decirse que aún existen desventajas en los dispositivos para mostrar la realidad virtual, sin embargo, el desarrollo de elementos que faciliten esta experiencia va en aumento. No sería sorprendente que en unos años todos contemos con un dispositivo que nos permita llevar la información de nuestro celular en un objeto que se adhiera a nuestro cuerpo.
La realidad virtual conecta aspectos fundamentales de la transformación digital: la relación con el cliente, la cultura de trabajo y muy probablemente, en un futuro, los modelos de negocio.
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