El tejuino es una bebida prehispánica que se elabora con maíz fermentado y piloncillo.
Ser gourmet es una actitud que marca la diferencia en el consumo y preparación de los alimentos. Una experiencia que no está ligada al lujo sino al placer, y en ese sentido, la Región Occidente de México tiene mucho que ofrecer a nuestro paladar.
La identidad gastronómica de Jalisco se debe a la riqueza de sus recursos agropecuarios, producto de su privilegiada ubicación en el centro oeste del país; pues además de ser uno de los estados que tiene la Denominación de Origen Tequila (DOT), posee platos típicos tradicionales como la torta ahogada, la birria, la carne en su jugo, la jericalla, el tejuino y las guasanas.
Tan sólo la torta ahogada, un birote relleno de carne de cerdo y bañado en salsa roja (con opción a añadirle col, cebolla y frijoles), se sitúa como uno de los platos más representativos de la entidad, pues igual se consume en puestos callejeros que en restaurantes.
El origen de la torta ahogada se remite a un jornalero hambriento que combinó dichos tres ingredientes. La anécdota y el sabor trascendieron tanto que, hoy en día llena de orgullo a los paladares tapatíos, al grado que Guadalajara ostenta el récord Guinness de la torta ahogada más grande del mundo.
Por su parte, la birria de chivo, que es la más reconocida y popular de Jalisco, tiene gran arraigo en Cocula. Es ahí, donde la carne se hornea en su jugo y con un adobo de especias, bajo la tierra y en hojas de maguey. Pero cuando se sirve en la mesa y con caldo, se puede acompañar con cebolla, cilantro, salsa de chile de árbol y tortillas.
La carne de res en cambio, es usada junto con tocino frito para preparar carne en su jugo. Una cocción con chile serrano, tomate y ajo, que una vez listo se sirve en platos de barro. Ya en la mesa, se acompaña con cilantro y cebolla picada, con opción a agregar frijoles de olla.
Los platos anteriores pueden acompañarse de tejuino, una bebida prehispánica que se elabora con la fermentación de maíz y piloncillo, aunque existen quienes le añaden sal, limón y chile piquín. Esta bebida refrescante tiene un bajo grado de alcohol y suele estar presente en distintas festividades, por ejemplo, en las fiestas de los huicholes.
En cambio, cuando se trata de degustar de una botana, un recurso interesante es la guasana, una legumbre comestible que también es llamada garbanzo verde y que cobró popularidad por su aporte nutritivo. En las calles de Guadalajara la podemos encontrar en bolsitas, de forma cocida o asada. Las también denominadas "garbanzas" se disfrutan con sal, limón y chile piquín.
Para quienes prefieren optar por algo dulce, la jericalla es el postre que define a la Región Occidente de México, pues igual se puede consumir en un restaurante que preparar en casa. Su receta es tan fácil que ello aumentó su popularidad, aunque dicen que lo ideal es prepararla con leche bronca y huevos de corral. Su origen se remonta a las monjas del Hospicio Cabañas en el siglo XIX.
redacción
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