viernes, 14 de agosto de 2015

Zona Arqueológica Otomí El Pahñú. Tecozautla, Hidalgo

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En la parte más alta de la meseta que rodea al valle de Tecozautla, Hidalgo, se ubica la zona arqueológica otomí de El Pahñú.

En suerte y en una de esas ocasiones mágicas. Tuvimos la fortuna de visitar Pahñú una tarde nublada...

Curiosamente la llovizna que nos tocó en lo alto de las ruinas imprimió a nuestra visita al sitio un aura de encanto que difícilmente se puede explicar... pero por las condiciones de Hidalgo y muy en particular de Tecozautla, creemos que esta magia debe de ser común en el sitio.

A nosotros nos permitió sensibilizarnos más con la atmosfera del lugar y de las ruinas; e imprimió a nuestro paseo una belleza más allá de la visita casual o turística.

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Las investigaciones llevadas a cabo en torno a los sitios Xajay señalan que estos asentamientos provienen de un desarrollo del periodo Preclásico (500 a.C. – 300 d.C.), llamado Chupícuaro, cuyos antecedentes más cercanos a Pahñú están a 35 kilómetros al sureste, en lo que hoy es el estado de Querétaro.

La originalidad de su arquitectura difiere del estilo impulsado por Teotihuacán, la urbe que dominaba para entonces la escena mesoamericana, lo que señala que tuvo cierta autonomía.

Al interior de los edificios que podrán verse, construidos durante la última etapa de ocupación del sitio, en el periodo Epiclásico (650-950 d.C), hay otros de antigüedad mayor, creados durante la época Clásica (450-650 d.C.).

Ocupado por la cultura Xajay, cuya población tuvo autonomía ante la expansión de Teotihuacan. Esta zona arqueológica también podría estar relacionada con el mito mesoamericano del Cerro Coatepec, vinculado con la fundación de la urbe mexica de Tenochtitlán.

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Áreas de conservación en el parque de Pahñú
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Magnífica atención y capacitación de la gente encargada del cuidado del sitio

El sitio cuenta con un pequeño museo de sitio que además tiene la ventaja de ofrecer de una vista impresionante al Valle del Mezquital desde dónde se puede apreciar la magnificencia de la ubicación.

La arquitectura de Pahñú es completamente auténtica y difiere del estilo impulsado por Teotihuacán, la gran urbe que dominaba para entonces la escena mesoamericana. Esto refiere a cierta autonomía que tuvo Pahñú con respecto a la expansión de la Ciudad de los Dioses.

Así, contenida en una pirámide del periodo Epiclásico, que se ha denominado Estructura principal —de 17 m por lado y que debió rebasar con su templo los 10 m de altura—, se halla otra que fue edificada dos siglos antes, con una arquitectura más parecida a la del Bajío y en cuyas fachadas destacan remetimientos con forma de un glifo semejante a una E.

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Lo mismo sucede en el edificio que debió ser el Tecpan o sede del gobierno, pues a la construcción del periodo Clásico, siglos más tarde le fue superpuesta otra, se trata de una estructura de 15 m por lado que es la que podrá observar el visitante de forma inmediata.

Mediante simulaciones por computadora, el público podrá conocer las orientaciones de la arquitectura del asentamiento con respecto a un calendario que ya ha sido definido por los arqueólogos, el cual corresponde a los días 13 de abril (coincidente con la disposición de la pirámide principal), así como a los días 21 de marzo, junio, septiembre y diciembre.

En la zona arqueológica del Pahñú, ICA, Ingenieros Civiles Asociados, realizó un escaneo laser de alta resolución.



Destacado:

Impecable atención y capacitación de la gente encargada de la guía y del cuidado del sitio.

Impecable estado de las ruinas arqueológicas de Pahñú.

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Para llegar a la zona hay que tomar la autopista México-Querétaro, salir en la desviación a Nopala, pasar Nopala y tomar rumbo a Huichapan; en Huichapan dirigirse hacia Abundio Martínez y tomar la salida hacia La Mesilla.


Agradecimiento especial a la Secretaría de Turismo del Estado de Hidalgo.

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