Porque cualquier ocasión es buena para disfrutarlo, el pan de elote es uno de los postres consentidos en muchos países pues ofrece un sabor natural y dulce, pero además está lleno de tradición e historia, es un digno representante de la cultura mexicana.
El pan de elote se elabora a partir de granos de maíz y es típico en varios países de América Latina, sin embargo es originario de tierras aztecas ya que nuestro país cuenta con más de 60 especies nativas de maíz. Su textura es esponjosa y de color amarillento y hoy forma parte de los postres favoritos en los hogares mexicanos.
Desde la época prehispánica el alimento más representativo de la comida e identidad mexicana ha sido el maíz. Desde el Popul Vuh, hasta Octavio Paz hablan de la importancia del maíz en la historia de México; en el primero nuestros padres fueron hechos de masa de maíz, y para Paz “el invento del maíz por los mexicanos sólo es comparable con el invento del fuego por el hombre”. Pero no fue hasta la época virreinal que se empezó a elaborar este postre. Con la llegada de los españoles, se introdujo una tradición de repostería que se enriquecería con los ingredientes originarios del territorio mexicano, entre ellos, el maíz.
redacción
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