Batallar con la "modernidad" de las páginas web de Cinemex y Cinépolis me llevó a recordar esos tiempos donde sólo era menester conseguir el periódico para ver la cartelera de cine del momento. Sin tanto problema.
Ese recuerdo me llevó a otros:
1.-. La permanencia voluntaria...
En aquellos tiempos podías ver la misma película las veces que quisieras (en el mismo día, de las 4 a de la tarde a las 12 de la noche) o bien, sí el cine presentaba un programa distinto tenías oportunidad de ver hasta 3 diferentes.
2.- Las matinées (sábados y domingos por la mañana. A un menor costo del precio del boleto normal)
3.- La función de medianoche o la última función (12 de la noche?, porno seguro, soft pero porno)
Buenos recuerdos que afloraban cada vez que intentaba en vano encontrar una función subtitulada en las páginas web de Cinemex o Cinépolis. Terrible la interfaz de las principales cadenas de cine en México en la red.
Pero sin planearlo, logramos una especie de permanencia voluntaria a gusto. Después de la comida y media ciudad lejos de donde vivimos; entramos a una plaza donde encontramos las dos pelis que queríamos ver: Dune y Eternals.
Una empezaba 10 minutos después de la hora en que llegábamos y la siguiente empezaba 10 minutos después de que terminaba la primera.
No había mucho que pensar. Aprovechamos la conjunción y vimos ambas.
Casi 6 horas viendo pelis. Fantástico.
Mejor la fortuna de la coincidencia que la torpe interfaz web de las 2 cadenas de cine en México. La fortuna nos permitió revivir un poco ese maravilloso momento de la permanencia voluntaria. Claro, de una manera un tanto involuntaria, ha!
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