Platillos mexicanos hechos con insectos y dónde comerlos
Con la llegada de septiembre, el espíritu patrio se comienza a sentir en cada aspecto de nuestra vida, especialmente la gastronomía que es muy amplia en México y es protagonista de varias celebraciones donde las mesas se llenan de platillos tradicionales y colores.
La comida es muy importante también para los viajeros mexicanos: en un estudio realizado el 43% de los encuestados señaló que una experiencia culinaria será parte de sus planes cuando sea seguro viajar de nuevo, ¿hay algo mejor que lograrlo con delicias hechas a base de insectos comestibles? Para los atrevidos, hicimos un listado de banquetes con estos animalitos y dónde poder encontrarlos.
Escarabajo Rinoceronte |
Escarabajos, Tlaxcala
En el país existen más de 80 especies de escarabajos que se pueden comer, casi siempre cuando aún son larvas, con un toque de limón, en guisados o en una salsa. Uno de los más populares es el escarabajo rinoceronte y es un platillo típico en Tlaxcala, Estado de México y Puebla; aunque algunos los comen crudos, la mejor opción es disfrutarlos fritos en manteca con un poco de huevo o tatemados.
Pero Tlaxcala tiene más que escarabajos como la Basílica de Ocotlán; el Parque Nacional la Malinche que conecta con Puebla y es popular por estar cerca del volcán con el mismo nombre y; por supuesto, sus talaveras que son las artesanías más representativas.
Hormigas Chicatanas |
Hormigas Chicatanas, Oaxaca
A finales de junio este insecto que también se le conoce como chícala, cuyo sabor tierroso y a humedad -ya que abundan en la temporada de lluvias- le da un toque muy particular cuando se muelen con jitomate, chiles y especias para crear una salsa; en los mercados de Oaxaca no faltarán los tacos, gorditas y memelas con este delicioso “aderezo”, aunque también puede integrarse al mole, tamales y hasta como botanita con sal y limón.
Jumiles |
Jumiles, Guerrero
Estos insectos que son de mayor tamaño que las hormigas, tienen notas minerales y de anís, sabores que desprende cuando se ponen a dorar en un comal para después sazonarlos con ajo o cebolla. Las “chinches de campo” son acompañadas con una tortilla y salsa, aunque hay algunos intrépidos que ¡se los comen crudos y hasta vivos! Para probarlos “sin darse cuenta”, pueden comerse en la masa de las tortillas o en huevo con salsa verde.
Este platillo tradicional de Taxco provocará querer conocer más del Pueblo Mágico, los imperdibles son el Tianguis de Plata, la Mina Prehispánica, las Mil Cascadas y las Pozas Azules de Atzala.
Avispa de miel |
Avispa de miel, Chiapas
En la Selva Lacandona habita Ek, la avispa mexicana productora de miel. Para comerlas, se machaca el panal y las larvas, con chile verde, sal y limón para ponerla a tatemar y crear una salsa; contrario a otras preparaciones mencionadas, el sabor de ésta es dulce por la sacarosa de la miel. La dificultad de conseguir un panal en la selva hace que sea un platillo único y codiciado por sus pobladores.
Gusanos de maguey, Hidalgo
Durante la temporada de lluvias, los gusanos de maguey -blancos y rojos- abundan y se pueden encontrar en diferentes municipios. Ese animalito que se reproduce en el corazón de las pencas de maguey es uno de los favoritos para degustar fritos -con mantequilla o aceite de oliva- o tatemados, con un poco de sal y en un taco, también machacados para una salsa con chile guajillo.
Pachuca es uno de los lugares con más restaurantes para comerlos y ya que se está por ahí, se puede visitar el Parque Nacional El Chico, el Reloj Monumental de Pachuca y dar un paseo por el Centro Histórico en tranvía.
redacción
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